Según la cosmovisión de los Totikes, el carnaval tiene su origen en una historia sagrada transmitida de generación en generación a través de la oralidad. Esta historia es contada aún hasta el día de hoy por chicos y grandes. En ella se narra las aventuras y las hazañas de 12 ancianos originarios de San Bartolomé de Los Llanos quienes eran entonces conocidos como Tan ok´etik (Pies de Ceniza).
Se dice que estos hombres poseían poderes suficientes para ser colibrís, Rayos y Granizo. Cierto día los Pies de Ceniza enfrentaron en Na Ik´al (Rancho Nuevo) a un monstruo volador llamado Bilom Ik´al quien robada y violaba a las mujeres de San Bartolomé. El enfrentamiento culminó con la muerte del monstruo en manos del anciano que poseía poder de Rayo. Para los indígenas tsotsiles de Carranza la hazaña de los ancianos poderosos dio origen a que los habitantes de San Bartolomé fuesen conocidos con el gentilicio “Totikes” cuya traducción cercana al español es la de Dioses.
De cierta manera durante el Carnaval los Totikes recuerdan y representan teatralmente episodios de la historia sagrada. Para muchos ancianos la Marucha es la representación misma de las mujeres que eran violadas y raptadas por el Negro.